Hora de los pájaros, invariable a lo largo del tiempo. Todo cambia a paso casi imperceptible alrededor de ciertas cosas que permanecen inmutables. Melodías que se repiten con la obstinación autista de un mantra, ajenas a su "ser en otro". Son algunos de los hilos invisibles que parecen dar unidad al ser diacrónico. En esas escalas ciegas resuenan momentos olvidados, cuyo desciframiento se ha ocultado para siempre en la secuencia de notas. En Paraná había una hora de las campanas y los perros, que yo escuchaba desde una casa que ya no existe.
1 comentario:
Dónde se guarda un recuerdo de un lugar que ya no existe?
Beso preguntón,
M. (de MelodíasQueYaNoEstán)
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